jueves, 28 de octubre de 2010

Tres años después, un hombre feliz


Hace justo tres años un avión nos traía de vuelta de Río de Janeiro, esa ciudad que tantas veces habíamos visitado desde pequeños toda la familia. Era el último vuelo de mi padre como tripulante de Iberia. Después de 34 años volando por todo el mundo, dejaba el uniforme y se prejubilaba.
Han pasado tres años en los que, lejos de ser el típico jubilado, no ha parado de volar, esta vez por placer y no por trabajo, y de llenar su día a día de actividades: yoga, shiatsu, cursos de masajes, guitarra, cerámica, paseos y paseos por el parque, amigas, amigos, cine, teatro, conciertos, lectura...Y mucha familia, por supuesto.
Adoro esas ganas de vivir de mi padre, esa energía, esa positividad, ese buen humor que le caracteriza, esa juventud que desprende.
Hoy sólo quería recordar aquel maravilloso viaje a Río, acompañada por los dos hombres que más quiero en esta vida, y homenajear a mi padre, mi amigo. Papi, te quiero mucho, ya lo sabes.

1 comentario:

  1. Hoy cumplía años mi abuela.
    Hoy hace 37 años que vivo en Madrid.
    No es un mal día para conmemorar cosas, no. Y desde luego tu padre bien merece este recordatorio. Aunque, obviamente, no lo conozco tan de cerca como tú, confieso que en los pocos encuentros que hemos tenido me ha transmitido toda esa positividad y ese amor por la vida que tú comentas aqui. La vida es maravillosa con personas así cerquita para disfrutarla.

    Besos, preciosa. Quiérote

    ResponderEliminar