Lo que nos enseñan y la realidad

Nos enseñan que hay que ser previsores, ahorrar y tener un colchón económico para imprevistos. Y es cierto, no lo pongo en duda, pero también creo que la vida es tan corta que hay que aprovecharla al máximo.

En el último año lo he ido conmprendiendo más y más. Hace dos años le daba importancia a otras cosas. Hoy mis prioridades han cambiado. De lo profesional a lo personal. Y se hace más evidente cuando ves situaciones dolorosas alrededor. Hace apenas un par de días una compañera de trabajo recibió una fatídica noticia. Con tres niñas pequeñas, le han diagnosticado algo feo. No es mi amiga, pero de verdad deseo que pueda salir adelante y vea crecer a sus hijas.

Llevo doce meses abriendo y abriendo los ojos cada vez más y centrándome en las cosas importantes de esta vida: la familia, el amor, las amistades...En este capítulo un homenaje a los trece años, ocho meses y 19 días de amor y, como no podía ser de otra manera, a la recuperación de viejas amistades (Susana, Lucía...), al reencuentro con otras (mi Helen), a la verdadera amistad a pesar de no compartir el día a día y viajes (mi Cuqui) y a las nuevas amistades (Conchi, Alida, Emilia, Mercedes, Raquel, Yvonne), las 400, esa mezcla de mujeres maravillosas.

Así que, dispuesta a aprovechar el tiempo, Jordania y Milán serán mis próximos destinos. El Reino Hachemita de Jordania será un nuevo destino para mí. Y, además, en la mejor compañía. Con el mejor guía que uno puede desear. Un amigo. Petra, capital nabatea y una de las nuevas maravillas del mundo, nos espera.



Milán, Milano para mí, es un destino muy conocido, en el que quiero renovar mis recuerdos.



Colombia y Perú están también en el horizonte.

El incidente del presidente (de NN GG)

Después de darle muchas vueltas a la posiblidad de abrir un blog, finalmente me he decidido a compartir opiniones, sensaciones, sentimientos... Todo tendrá cabida, desde lo personal hasta lo profesional, y muy diversos serán los temas.

Hoy empiezo con uno político. Los que me conocéis sabéis que me encanta la información política. A pesar de haberme llevado grandes decepciones (de muchas personas, antes cercanas), reconozco que me sigue gustando aunque no la siga con tanta intensidad como antes.

No puedo pasar por alto el incidente del presidente de Nuevas Generaciones, Nacho Uriarte. Un joven político, al que le apasiona su profesión. Que la vive cada día y que sirve para ello. Un buen tío. Le conozco hace tiempo, aunque hayamos perdido el contacto. Aún me debe una paella en Valencia, ciudad por la que él es diputado.

Nacho sufrió un accidente el pasado viernes en la madrileña calle de Serrano y dio positivo en un control de alcoholemia que se le realizó a continuación. Ha sido imputado por un delito contra la seguridad vial y de momento ha dimitido como vocal de la Comisión no permanente de Seguridad Vial y Prevención de Accidentes de Tráfico del Congreso.

Parece que venía de su despedida de soltero. Pero el hecho de que condujera con el doble de tasa de alcohol permitida no tiene justificación. Asociaciones y partidos ya han pedido su dimisión como diputado.

Y claro, por el lado contrario, sus compañeros de partido han salido en su defensa. Normal. Pero las palabras de la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, provocan sorna.

Dice que su sufrimiento, el dolor y la preocupación quizá sea “el mayor aprendizaje de madurez que puede tener una persona” y que después de este suceso va a ser “mucho mejor político”. Hombre, una cosa es defender a su compañero de partido y otra hacer estas afirmaciones.

Nacho deberá afrontar esta situación. Como representante de los ciudadanos debe cuidar su imagen, aunque también es verdad que todos nos equivocamos alguna vez. Si debe dejar su escaño o no lo dejo a la opinión de cada uno. Desde aquí un abrazo a Nacho, que imagino que no está pasando por su mejor momento.